Me ha costado encontrar la esquina. Pero por fin estoy aquí, asombrado, sin atreverme a entrar. la verdad es que no conozco a nadie. Bueno a ella sí, claro. Ella es un poco (o mucho) mi guía. Pero hoy vendrá más tarde, me lo dijo y yo me he aventurado solo hasta este Café, nuevo y viejo, como ella dice. Está un poco en penumbras, como a mí me gusta. O será que la tarde está cayendo y aún no encienden las luces. Y esta calle del Rosal, confieso que jamás había andado por estos pagos.
En fin vamos a entrar y a pedir una copita de vino. Viene bien a esta hora probar un vinito. La primera copa del día.
La verdad es que me cuesta dar el paso y entrar. Qué es lo que me pasa? Pero si toda mi vida la he pasado en cafés y en bares!
Estoy algo cortado, cohibido, quienes estarán allí detrás de la barra? Un camarero? Y aquí habrá un viejo piano como en el otro, el de antes?
En fin, chiquillo, vamos a entrar.
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