martes, 27 de mayo de 2008

Silencio acusador




Leí con atención el escrito de una compañera que destacaba su molestia por el diario ataque del ruido excesivo que acompaña las actividades diarias y el necesario descanso que debe procurar el silencio, aunque este no sea absoluto, sino que permita captar los sonidos gratos de la naturaleza como el zumbido del viento y el canto de los grillos.
Eso me recuerda el trabajo de los días sábado en la lejana oficina. Lo dedicaba a la revisión de facturas, labor tediosa en extremo, pues debía confrontarla con las órdenes de compra, y las guías de despacho. El recinto estaba silencioso y tal silencio se hacía insoportable. ¿Razones? El simple hecho de estar metida en semejante revisión en un sábado que debía destinarse a otras labores tediosas que eran así postergadas: las domésticas. Para evitar sentirme atacada por la desesperación, recurría a la música, mientras más estruendosa, mejor, ya que sacaba el ánimo a pasear por sobre la sufrida funcionaria que tecleaba incansablemente en la calculadora. Si no hubiera tenido la posibilidad de aturdir el oído con el escape musical, no habría soportado el trabajito.
Toda labor repetitiva, que no ocupa totalmente las posibilidades de atención, necesita de una muleta para no volverse chiflado. Quizá sólo evite centrarse en uno mismo y en las preguntas fundamentales pues puede ser la peor de las compañías, a menos que la salud mental brille como nueva.
¿Alguien está en condiciones de bajar el volumen a cero?

1 comentario:

Irene Lía dijo...

El Silencio es la pausa para oír lo que detestamos escuchar, esta máquina interna con rechinches, el pulso acelerado o lento, las pestañas al abir y cerrar, las hormigas debajo de nuestros pies....Nunca estamos en absoluto silencio, porque donde estemos hay vida...a veces en labores de correcciones de pruebas, o domésticas, oia mùsica o veìa televisión para distraer la errática sensación de automatización...o la absurda idea que una bulla mayor a el cuerpo, o el trazo de un lápiz, haría que la faena estuviera pronta a su término...hoy en lo mecánico escojo , a veces el casi silencio, o la media bulla o simplemente concentrarme en lo que hago con absoluta pasión y entrega...